Notarás en los ejemplos anteriores que esta charla negativa gira en torno a generalizaciones negativas sobre el mundo, nuestro autoácter y nuestras capacidades.
Elige algo tonto y alegre para comenzar a considerar a tu crítico interno como algo que carece de credibilidad. Hacerlo, ayuda a poner tu conversación interna negativa en perspectiva y le quita algo de su poder.
Culpar. Intentas decir que otra persona es responsable por lo que te sucedió en lugar de asumir la responsabilidad. Evitas hacerte responsable de tus pensamientos y sentimientos.
Cuando tu estado mental es generalmente optimista, eres más capaz de manejar el estrés diario de una manera más constructiva. Esa capacidad puede contribuir a los beneficios para la salud ampliamente observados del pensamiento positivo.
Para desvincularte de algo debes conocer ese algo y reconocer su existencia, es decir, aceptarlo. El objetivo de aceptar no es llegar a sentirte mejor, sino abrirte a la vitalidad del momento para que puedas moverte con mayor eficacia hacia aquello que valoras (O´Connell, 2018).
Si nuestro diáemblem interno es negativo, este puede distorsionar la interpretación de la realidad, haciendo que nos sintamos mal y que nos comportemos de una forma poco eficaz ante los problemas que conforman el día a día.
o que no puedes hacerlo? Eventualmente, la get more info persona puede comenzar a creer los pensamientos que son persistentes dentro de su cabeza.
Espero que la lectura de estos ejemplos generales te ayude a identificar tus propios patrones de diálogo interno negativo y a comenzar a deshacerte de ellos.
Cuestionar pensamientos negativos: Retar las creencias automáticas y negativas que surgen en nuestra mente, buscando evidencia que las contradiga.
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Apunta también tus sentimientos y los comportamientos asociados con ellos. Este es el primer paso, puesto que así detectaremos tanto el origen como consecuencias comportamentales de nuestro diáemblem interno negativo.
Al repetir afirmaciones como "Soy capaz", "Merezco lo mejor" o "Estoy en el camino correcto", comenzamos a internalizar estas creencias, sustituyendo gradualmente las voces negativas por un diálogo más alentador y proactivo.
. Esto te desvincula del pensamiento, en la medida en que ya no es algo que eres, sino algo que tienes. Ya no estás fusionado con tu diáemblem negativo, ya no eres eso y ya no tiene el poder de definir tu identidad.
Al igual que sucede con muchas de nuestras conductas, nuestros pensamientos son aprendidos, algo aplicable también al tipo de diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos. Sin menospreciar la genética, lo cierto es que lo que determina fuertemente nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos son las experiencias vividas.